Mantener una hermandad estable y sin problemas necesita una de estas 2 cosas. O bien mucha suerte, o alguien que esté atento y haga el trabajo necesario para todo siga funcionando correctamente. En otras palabras, un maestro de hermandad.
Como la suerte es algo en lo que no se puede confiar porque unas veces se tiene y otras no, lo más sensato es que cada hermandad tenga su propio maestro. Pero claro está eso plantea el dilema de, ¿y si el maestro no está que hacemos?.
Es algo que en cualquier momento puede ocurrir. El maestro de la hermandad deja el juego, se va de la hermandad, tiene que estar sin jugar durante algún tiempo, se le rompe el ordenador, o cualquier otro motivo, ¿qué hace la hermandad entonces?.
Si todo está bien preparado el cargo del maestro lo ocupará algún otro miembro, pero eso no quiere decir que las cosas vayan a seguir yendo igual que antes. Dirigir una hermandad no consiste sólo en conseguir que haya una raid, sino en tener en cuenta un montón de detalles de los que generalmente no se habla.
Todo el mundo no hace las cosas de la misma manera, algunas hay que aprenderlas con la práctica, otras requieren de ciertas dotes sociales que no todo el mundo tiene, y por eso el cambio del dirigente puede ser traumático para una hermandad. Entonces ¿si el maestro sabe que va a dejar de jugar, debe de enseñar a alguien a hacer las cosas que él hace y a hacerlas de la misma manera?.
Yo personalmente creo que eso es inutil. Llevo bastante tiempo dando consejos a otros maestros y resolviendo sus dudas, pero a la larga me he dado cuenta de que no sirve de nada decirles que hagan las cosas de una forma u otra, sino que viene mejor obligarlos a pensar. De ahí que esto sean potopreguntas y no potoconsejos.
Aun así ya sabéis que siempre me gusta contar con vuestras opiniones, y por eso esta semana os quiero preguntar ¿Se puede entrenar a alguien para que ejerza de maestro de
hermandad?
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