Por el simple hecho de ser online y necesitar de más gente para poder jugar, los MMO deberían de estar considerados de una forma distinta, y como el WoW es el más famoso de todos ellos debería
tener también una consideración especial.
Hace tiempo que para muchos, entre los que me incluyo, dejó de ser algo más que un simple juego. Con el paso del tiempo se ha convertido en una parte de mi vida que me permite desconectar de los
problemas diarios, y convertirme por unas horas en un gnomo brujo.
Es mucho tiempo sentado al otro lado de la pantalla a lo largo de los años, jugando, conociendo gente, interactuando con los demás, divirtíendote, enfadándote de vez en cuando, y ¿por qué no?
aprendiendo.
Yo no puedo evitar reconocer que el juego me ha enseñado muchas cosas. La mayoría acerca del comportamiento humano, que no podría haber aprendido nunca de no ser por el juego, simplemente porque
aquí te puedes relacionar con todo el mundo en igualdad de condiciones, mientras que en el mundo real hay mucha gente con la que simplemente no entablarías una relación porque son demasiado
distintos a ti.
En todo el tiempo que llevo jugando, yo he aprendido:
- Que hay gente capaz de engañar y robar escudándose en el anonimato
- Que todavía quedan personas capaces de ayudar a un completo desconocido al que no han visto nunca
- Que quien quiere algo ha de trabajar por conseguirlo
- Que muchos prefieren aprovecharse del trabajo de los demás
- Que algunos siempre te llevarán la contraria, aunque les des la razón
- Que hay mucha gente sin malicia que es incapaz de creer que alguien puede ser malo porque sí
- Que eso de que la gente se escuda en el anonimato para comportarse como realmente son, es mentira
Y muchas cosas más, unas buenas y otras malas. Pero que nunca hubiese creido que se podrían dar en un entorno virtual donde se supone que no existe el "calor humano".
Imagino que podría seguir durante un buen rato diciendo las cosas que he aprendido, pero ya sabéis de que va esto, aquí lo interesante no es lo que yo diga sino lo que decís los demás. Por eso no
le voy a dar más vueltas y os haré ya la pregunta de esta semana:
¿Qué habéis aprendido jugando en hermanad?
Comentar este post