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Supongo que a estas alturas todavía habrá quien se esté preguntando a que venía la pregunta de la semana pasada, porque estoy seguro de que a muchos les extrañará que haya dejado tan a la vista
un problema de mi hermandad que bien podría perjudicar su imagen de cara al exterior. La pregunta era esta.
La respuesta es bien sencilla, se trata de sinceridad simple y llana, sin adornos que intenten dejarme en buen lugar.
Por desgracia sé que para algunos soy un referente en el que fijarse cuando se trata de cómo llevar una hermandad y resolver sus problemas, quienes piensan así confían en que lo que yo digo es
cierto, y por eso mismo no quiero que nadie crea que miento a la hora de hablar sobre mi hermandad.
Todas las hermandades tienen problemas y la mía no es distinta del resto, los problemas ocurren y muchas veces no se pueden evitar, pero sí que es posible la mayor parte de las veces minimizar el
daño que provocan.
La semana pasada os dejé ver unas estadísticas que bien podríamos llamar de población, algo que por supuesto no tendría por qué conocer nadie de fuera de mi hermandad, aun así decidí compartirlas
con vosotros porque era necesario un ejemplo claro de cómo se podía detectar un problema incipiente antes de que se convirtiese en un problema grave de verdad.
Pero como yo sé que de nada sirve conocer un problema si no se le intenta poner solución durante esta semana me he puesto a ello.
Desde hacía aproximadamente unos 15 días la gente había desaparecido misteriosamente, la mayoría no aparecía más que una vez cada muchos días, vacaciones... ¿os suena de algo?, así que cuando el
lunes pasado me puse a ello tuve también eso en cuenta.
Durante toda la semana hemos estado, primero revitalizando la hermandad a base de involucrar a la gente para cualquier cosa con tal de que estuviesen con sus compañeros y sintiesen que la
hermandad tenía vida, y por el otro lado empezando una campaña de reclutamiento agresivo entre todos los que han vuelto al juego con las vacaciones de verano.
Todavía estamos en ello y de momento empieza a dar frutos, la hermandad tiene ahora mismo muchas más cuentas de juego activas que en los últimos 6 meses, la lista de gente conectada a lo largo de
la semana ha empezado a subir y todavía tenemos intención de seguir en esta tónica al menos lo que queda de mes.
Podría decirse que hemos salido del bache, detectamos el problema a tiempo y hemos tomado cartas en el asunto para arreglarlo, pero como suelo decir siempre llegados a este punto no se trata de
lo que yo haga o deje de hacer sino de que contéis vuestra experiencia.
El bache puede haber sido cualquier cosa que hiciese peligrar vuestra hermandad e hiciese pensar que no volveríais a levantar cabeza, puede haber sido una fuga continua de gente, una discusión
grande, un raid deshecha o cualquier otro motivo que consideréis de importancia.
En resumidas cuentas lo que quiero saber es cual fue el problema y sobre todo cómo lo solucionásteis. Y ahora es cuando me toca haceros la pregunta.
¿Cómo salisteis vosotros del bache?
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