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Cada vez que se lanza una expansión o un nuevo parche ocurre lo mismo, que el contenido que debería de haber durado varias semanas se evapora en apenas unos días, ya no me extraña verlo pero sigo sin querer aceptarlo como algo normal.
Aunque vosotros vais a tardar un poco más en leer esto, yo lo estoy escribiendo a las 11:30 de la mañana del día 31-08-2016 es decir el día posterior al lanzamiento de Legion. Yo apenas he podido jugar, porque como os comenté el lunes pasado, he empezado a trabajar otra vez, pero sé que los demás están aprovechando para sacarle todo el jugo posible a la nueva expansión.
Cuando se lanzó la expansión, el día 29 a las 12 de la noche, yo estaba allí como muchos otros, pero apenas jugué una hora antes de irme a la cama, y cuando volví por la tarde a casa me puse a escribir un par de cosas que tenía atrasadas, a leer los foros, etc. Así que no jugué, pero sí que miré la armería para comprobar que tal le iba a mis compañeros de hermandad con la subida de nivel.
Ya os lo podéis imaginar, a pesar de que es algo que me esperaba no deja de parecerme un poco extremo, que menos de 24 horas después del lanzamiento de la expansión ya hubiese tanta gente con nivel 110 ¡10 niveles en menos de un día!
¿De verdad es necesario tener tanta prisa? Que yo sepa el juego no se va a ir de donde está, se podrá seguir jugando durante muchos meses, verlo todo con calma y disfrutar de las cosas nuevas.
Podría seguir hablando de que para subir así de rápido han tenido que estar pegados a la pantalla un montón de horas, de que quemando pestañas a esa velocidad dentro de poco empezarán a quejarse de la falta de contenido de la expansión etc. Pero todo eso no sería más que repetir la cantinela que todos nos conocemos.
No voy a repetir la canción que ya os sabéis, en su lugar repetiré lo que nos decían siempre las abuelas ¡Las prisas no son buenas!
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