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Recordad que este artículo fue publicado originalmente en Pastando en Mulgore. Si queréis leer el original con los comentarios de los lectores pinchad en el enlace que encontraréis al final
La fiebre por la película ya ha pasado, ya casi nadie habla de ella y los pocos que lo hacen son fansites o blogs dedicados al juego. Los críticos de cine de los distintos medios ni se acuerdan de Warcraft: El origen, o mejor dicho prefieren no acordarse, porque la mayoría hizo críticas negativas y aconsejó no ir a verla. Quién les iba a decir a ellos que la película tendría tanto éxito como para situarse en un honroso décimo puesto, de la lista de películas más taquilleras del año. Y aun así, habiendo fallado en sus críticas, diciendo cosas que no se sostenían por ningún lado, acertaron en una cosa… ¡La película es una basura!
Los entendidos dicen que la película no merece la pena porque abusa del cgi, que bebe demasiado del videojuego y que tiene una historia poco creible, llena de orcos feos que además están mal hechos porque no se parecen a los del señor de los anillos. Los jugadores que la critican dicen que tiene muchos fallos en el lore, que Garona no está bien hecha, que la historia de romance entre esta y Anduin Lothar se la sacaron de la manga e incluso que Karazhan no tenía ese aspecto. Lo que yo digo es que la película está mal hecha, porque no recoge la esencia del Azeroth que todos conocemos.
Cuando hablo de la esencia me refiero a todas esas pequeñas cosas, que hacen del juego algo especial, no digo que esté mal ambientada porque no lo está. Los escenarios las vestimentas, hasta la música están bien elegidos, pero es como si faltara algo… un algo importante que cuando está no lo notas, pero que echas de menos si desaparece. Puede que sean los detallitos tontos, como el no haber visto más que 5 de las razas jugables y 3 de ellas muy brevemente, que de las razas no jugables sólo se viese 1 durante apenas un momento, o que el bosque de Elwynn estuviese falto de vida sin una triste alimaña que perseguir.
A lo mejor es porque esa ciudad de Ventormenta está carente de realismo, sin gente recorriendo sus calles más que en la escena del mercado, sin más razas que la humana y con todo perfectamente colocado. Sí, la ambientación es muy buena, pero parece falsa ¿Dónde están los jugadores? Se supone que somos parte de ese mundo, que somos los héroes que lo hemos salvado incontables veces… y no aparecemos por ningún lado.
No pido como dicen algunos, que haya un cuelgue por desconexión en medio de la película (no sería tampoco la primera película en hacer algo así) ni que los personajes se queden quietos porque tienen lag, pero todo eso ayudaría a darle un poco más de realismo. Faltan también las monturas porque apenas se ven caballos y los grifos están contados, pero eso no es nada comparable con lo que yo quisiera ver.
Quiero ver duelos a muerte en la puerta de las ciudades, armas que brillen, orcos dando de comer a los cerdos, barcos de la alianza, zepelines de la horda… Y todo aquello que nos haga pensar que ese podría ser el mundo que ya conocemos. Si hacen una segunda parte de la película quiero ver ratas por las calles de Ventormenta, gente pescando en los canales… y en el bosque de Elwynn jabalís, conejitos y una cabaña llena de gatos. Pero también quiero ver ingenieros con las cejas chamuscadas, personajes que en vez de caminar vayan pegando saltos, humanas en ropa interior delante de la casa de subastas, pregoneros gritando que venden oro y a otros respondiéndoles que son unos estafadores.
Si hacen una segunda película ¡Quiero ver vida real en Azeroth!
Para acceder al artículo original en el Fansite Oficial de Pastando en Mulgore tan sólo tenéis que pinchar aquí.
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