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La semana pasada hablé de las hermandades, de lo necesarias que pueden llegar a ser para jugar incluso cuando uno no quiere estar en ellas. Y hablé también de como esas hermandades, que se supone deberían de ofrecer un grupo de compañeros con los que jugar, se han ido convirtiendo poco a poco en todo lo contrario. Ya no se habla, no se colabora, y muchas veces la gente se va porque no tiene ningún tipo de interacción con los demás.
Es muy triste conectarse, ver que tienes en la hermandad a un buen puñado de compañeros online, y que ninguno de ellos se digna a saludar. Se ha ido perdiendo poco a poco la capacidad de interaccionar con los demás, la necesidad de comunicarse, y hasta la razón de ser para estar en una hermandad. Si estás en un sitio donde nadie te habla, donde tú no le hablas a nadie, y a donde llegaste para poder tener compañeros, deberías replanteártelo porque no está funcionando.
Por desgracia, según dicen, la mayor parte de las hermandades se han convertido en eso. En un grupo de personas que no se conocen de nada y que ni siquiera son capaces de intercambiar un simple saludo ¿Por qué ha ocurrido esto? pues por muchos factores. Por un lado está lo que dije la semana pasada, la sociedad en general ha derivado en un conjunto de personas que sólo están atentos a los estímulos externos cuando estos no impliquen la necesidad de un contacto directo. Probad un día a subir en un autobús, ya veréis como la mayoría va pendiente del teléfono, mientras que hace no tantos años lo normal era ir hablando con el amigo que tenías al lado.
Pero no es ese el único factor importante. Influyen también y mucho, los comentarios de los demás, y el hacerle creer a todos desde el primer día, que lo verdaderamente importante está a nivel máximo. Antes lo normal era crearse un personaje e ir descubriendo el mundo poco a poco, encontrar a otros jugadores por el camino, ayudarse los unos a los otros en las misiones, y así paulatinamente ir conociendo gente con la que jugar. Hoy en día eso se ha perdido, la mayoría usa el instant 100 y sin saber apenas nada se planta en una raid con jugadores veteranos, que sólo quieren que el nuevo cumpla con su papel para matar al jefe.
De esa manera no es de extrañar que una gran parte de los jugadores haya dejado de ver en las hermandades el componente social, y que sólo haga uso de ellas como una herramienta con la que conseguir sus objetivos individuales. Lo que a mi personalmente no deja de parecerme raro, es que sean precisamente los mismos que poco a poco han ido ahogando a las hermandades, quienes vienen ahora a quejarse de que ya no hay hermandades como las de antes ¿O es que ellos no saben como buscarlas?
Antes era normal que una hermandad sobreviviese a las crisis y estuviese activa de una expansión a otra, pero ahora eso ha cambiado. La mayoría de las hermandades que veo en mi servidor son como mucho de MOP, y las que había antes están casi todas muertas y enterradas. Menos la mia. La mia es de las pocas que lleva en activo desde la BC, con muchos miembros que han estado juntos durante años, y que no parece que tengan intención de irse ¿Por qué somos una excepción a la regla? Pues porque no hemos querido hacer las cosas igual que todo el mundo.
Desde el principio yo tenía claro que la hermandad no tendría como objetivo el progreso personal de nadie, de hecho el objetivo es la hermandad misma y así se lo he hecho comprender a quienes están dentro. Da igual que un miembro sea más activo que otro, o que tenga mayores conocimientos del juego, más equipo, o más habilidad manejando el personaje, porque ninguno de ellos es más importante que el resto. Ni siquiera yo como maestro de la hermandad soy importante.
Lo importante es la hermandad en sí misma, el sentimiento de unidad que produce poder decir que estás en ella y que has colaborado en llevarla a donde está. Porque una vez y se consigue que la gente piense así lo demás viene fácil. Si la hermandad es lo que importa hay que hacer las cosas pensando siempre en beneficiar a la hermandad, conseguir que si van a una mazmorra pidan gente primero por el chat de la hermandad en vez de apuntarse al buscador, que si tienen algo que decir se lo digan a sus compañeros para evitar que surja un problema, y que cuando alguien saluda o habla por el chat los demás respondan.
Es tan sencillo como eso, hacer que los que ya están dentro recuerden porqué lo están, qué es una hermandad, que sus compañeros también son personas, y merecen aunque sólo sea por educación que se les salude cuando entran, que quien pregunta lo hace porque quiere una respuesta, y que para hablar con los demás no hace falta conocerlos de toda la vida. Así poco a poco se crea el sentimiento de unidad que da (o debiera dar) el ser miembro de una hermandad.
¿Que si eso funciona? Sí, sin duda alguna, pero como hoy ya me he extendido más de la cuenta, mejor os digo el cómo y el porqué la semana que viene.
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